¡Mis increíbles seguidores!

miércoles, 19 de octubre de 2011

El Ratoncito Colorao CAP.4 ARTURO

EL RATONCITO COLORAO
Cap.4 (Arturo) LA PRIMERA CENA


A bordo todo era normal, los gritos de júbilo inundaban el barco como si de una gran ola se tratara. Gritos alentadores y de animo. Pero duró poco tiempo, ya que el capitán Barbo se puso a dar ordenes a diestro y siniestro
-¡Tú! Ayuda al Pela-Tomates- decía
-¡Rubio! ¡Tú! Si, el de la camisa roja. Baja abajo y tráeme mi brújula y mi mapa-

Se detuvo frente a un joven de unos 21 años, de pelo color avellana y ojos verdes oscuros de infinita belleza.

-¿Quien diablos eres? No te he visto nunca
-Soy Arturo Western, señor- mantenía la cabeza erguida
-¿Te conozco?
-No, señor. Me he alistado este año.
-Ah! El novato!

Por supuesto, El Capitán no tenía muy buena memoria...

Al caer la noche, Pela-tomates estaba más nervioso que nunca. Eran muchos los hombres que esperaban una gran cena, pero con lo que había en la cocina, no sería precisamente una delicia. De todas formas se esforzó al máximo por causar buena impresión.

La cena se celebró en una espaciosa sala, con una mesa enorme y sillas para todos. Primero se sirvieron bebidas alcoholicas y pequeñas raciones.
Después, el cocinero puso sobre la mesa exquistos manjares a base de patata, en honor a su nombre, chuletas, tomate y diversos ingredientes de primera calidad conseguidos por él.

Mientras el Capitán devoraba con gusto una chuleta de cerdo, Arturo escrutaba la habitación intentando memorizar cada detalle. Pasaría allí uno buen tiempo y quería conocer a fondo el barco.
Entre mordisco y mordisco, el Capitán explicaba como funcionaban las cosas allí.
- Os levantareis a las 6, si algún dormilón se levanta un minuto tarde, le tocará fregar la cubierta un mes ¿Entendido?- nadie contestó y dio por echo que si lo entendían- Kennel, tu eres nuevo, así que ayudarás a Pela-patatas en la cocina.
El cocinero se alegró.
- Tú, Arturo, serás el ayudante de Mary-

La única mujer de abordo era la curandera, se llamaba Mary y estaba echa una experta en enfermedades de alta mar.
Era peliroja, de ojos azules oscuros y profundos, de bondad incomparable, astucia e ingenio.
Se pasaba el día escribiendo cartas a su familia, a la que echaba mucho de menos.
Su accento andaluz, no pasaba por alto.
Era mayor, un poco más pequeña que Pela-patatas.

- Los demás encontrareis mañana un folio con vuestros turnos y trabajos. Estará colgado de la pared a la hora de desayunar.

Asintieron todos, y siguieron comiendo.
El Capitán  tragaba todo lo que encontraba con afan, y Pela-patatas lo miraba orgulloso, feliz de haber hecho bien su trabajo.

Kennel comió bastante poco, y luego se encerró en su camarote para escribir cartas a su familia.
Arturo hizo lo mismo:

ESTIMADA ISABEL
Esto es diferente a mi casa, pero me agrada.
He conocido a Kennel, el hijo de la panadera y la verdad es que me cae bastante bien.
El Capitán parece estricto, pero jamás me atrevería a hacer nada contra él, deberías haber escuchado la historia de sus propios labios, deberías estar aquí, conmigo. . .
El cocinero es muy gracioso, de echo no quiere serlo, pero sus movimientos torpes si lo són.
Y Mary es una gran persona, echa de menos a sus padres, a los que solía cuidar antes de estar aqui y a su hermana.
He notado miradas sospechosas entre ella y el cocinero...
Y tu como estas?
Que haces?
Espero que estés bien...
Me reconforta pensar que cuando vuelva podré contarte mis aventuras y todo lo que he hecho aquí.
Todo tuyo
Arturo









No hay comentarios:

Publicar un comentario