Titanic

Titanic fue más que una película, murieron muchas personas, se rompieron familias, se demostró la lealtad de algunos y el egoísmo de otros. Desde la fuerza de voluntad de su capitán, que murió con el barco, hasta el amor de una pareja que se ató a una hamaca esperando juntos la muerte, con las manos entrelazadas.
Y cien años después, es momento de recordarlo.
Titanic fue llamado el barco de los sueños, y lo fue. Realmente lo fue.

En Titanic aprendí que ningún elemento es suficiente para separar a dos personas que se aman. Que ni el frío más intenso es capaz de romper algo tan fuerte. Aprendí que el dinero nunca es suficiente, que alguien pobre puede hacerte mucho más feliz que alguien rico. Que cuando amas a alguien, sacrificarías tu vida por esa persona y que a veces necesitamos otro punto de vista, alguien diferente que nos abra los ojos y nos ayude a ver la vida.
Aprendí que dos cuerpos separados físicamente, pueden seguir juntos en el corazón.
Que la muerte jamás vencerá al amor.
'Si tu saltas, yo salto, ¿Recuerdas?'