Romanticismo

"Y la princesa y el príncipe se miraron y sonrieron. Él, bien vestido, elegante, romántico y dulce. Ella, bondadosa, con un gran corazón y  aun así, siempre humilde. El príncipe la invitó a un baile con un gesto caballeresco, y ella aceptó encantada. Bailaron toda la noche, mientras la gente los miraba encandilados. 

De vuelta a palacio, la princesa apretó una rosa roja contra su pecho, congiendola suavemente con las manos y aspiró su olor. Contempló las estrellas, ya en su balcón. Y entonces, un rostro iluminado por la luna trepó las plantas hasta llegar a ella, y con un beso demostró su amor, mientras susurraba un "te quiero" que sin duda transmitía un sentimiento verdadero".

Un millón de veces me he preguntado porque los príncipes están en peligro de extinción y parece imposible creer en los cuentos de hadas. Parece que hoy en día el amor es menos de lo que yo tengo en mente.

Un beso sin sentimiento. Eso es amor para algunos.

Estoy bastante indignada con esto, con que la gente confunda el "Es guapo" o el "me gusta" con el "estoy enamorada".

Esas palabras hay que reservarlas para alguien especial, para un verdadero príncipe, pero no digas cada semana que estás enamorada de alguien diferente, porque solo te gusta.

El amor es algo más. Puede que te sientas sola, o te creas superior por tener a alguien a tu lado, pero, sinceramente, da pena que jamás llegues a comprobar lo que es estar enamorado, porque cuando llegue tu príncipe, estarás ocupada besando ranas.